"La creatividad de la naturaleza es asombrosa. A pesar del enorme progreso científico y tecnológico, todavía no sabemos cómo surgió la vida sobre la tierra, ni cómo surgieron los planes principales de la organización de los vivientes. Existen hipótesis verosímiles sobre estos y otros aspectos del surgimiento de nuevas formas naturales, pero estas hipótesis nos sitúan, una y otra vez, ante tres posibilidades: o bien la morfogénesis es muy simple y probable, y entonces resulta asombroso que sea tan probable; o bien es muy improbable, y entonces resulta asombroso que se hayan dado tantas coincidencias que la han hecho posible; o bien se debe a una confluencia de factores, unos más probables y otros más improbables, y entonces resulta asombroso que un proceso tan complejo y variopinto, desarrollado durante muchísimo tiempo, haya desembocado en los resultados tan organizados que conocemos.
En cualquier caso, no hay dificultad en combinar la omnisciencia y la omnipotencia divinas con la existencia de factores casuales en el acontecer natural. Christian de Duve*, que recibió el premio Nobel por sus investigaciones en el ámbito de la biología, afirma, de modo gráfico, que Dios puede jugar a los dados con la seguridad de vencer*. La idea básica es que juega con unos dados trucados, o sea, con una materia en la que Él mismo ha puesto unas virtualidades cuyo desarrollo acabará conduciendo a la vida consciente".
Mariano Artigas
Doctor en Física y Filosofía
Profesor de Filosofía de la Naturaleza y de las Ciencias
Universidad de Navarra
Universidad de Navarra
*Christian de Duve: citólogo y bioquímico inglés. Premio Nobel de Medicina en 1974.
*Alusión a la célebre frase de Albert Einstein: "Dios no juega a los dados con el universo".