"El curso del conocimiento se enfrenta a una realidad no mecánica: el universo empieza a parecerse más a un gran pensamiento que a una máquina*. La mente deja de parecer un intruso accidental en el reino de la materia... deberíamos, en cambio, honrarla como a creadora y gobernadora del reino de la materia"
James Jeans
Físico, astrónomo y matemático inglés
Célebre por sus contribuciones en el campo de la teoría cuántica, la teoría de la radiación y la evolución estelar
Célebre por sus contribuciones en el campo de la teoría cuántica, la teoría de la radiación y la evolución estelar
Fue profesor en Princeton y Cambridge
*Recordemos que el mecanicismo es una doctrina filosófica que surgió en el siglo XVII, a partir de los postulados de René Descartes, según la cual el mundo y el universo no son más que máquinas (o, al menos, funcionan como tales) y sólo lo físico es real. En el siglo XIX, Laplace creyó confirmar esta teoría, reforzando el paradigma ortodoxo del determinismo. Con la llegada del siglo XX, la Física Cuántica y el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, esta visión mecanicista del mundo comenzó a tambalearse, aunque su influencia sigue hoy muy presente en el sector más conservador de la Ciencia actual. A este conflicto se refiere James Jeans en la cita que hoy les ofrecemos.
Un último apunte: cuando los científicos empiezan a hablar como un gurú advaita :-) como hace Jeans aquí, quizás sea el momento de empezar a aceptar el hecho de que la Ciencia y la espiritualidad no están tan lejos la una de la otra como pretenden hacernos creer, no son esas dos líneas paralelas, eternamente separadas y sin esperanza alguna de convergencia, que los cientifistas se esfuerzan en mostrarnos como la única opción posible. Recordemos que la Ciencia nació como el intento de un grupo de hombres piadosos por "desentrañar el modo en que Dios creó el mundo", así lo entendía Newton y muchos anteriores y posteriores a él. No se trata, por tanto, de dos líneas paralelas, puesto que en el principio estaban unidas en un solo punto. Se trata de dos líneas que se han ido separando a partir de ese punto, formando un círculo que, tarde o temprano, se volverá a cerrar.
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Otro post sobre los límites del mecanicismo, AQUÍ.